Blogia
El Principio

Un sueño

Un sueño

Mikel me resulta extraño, sin que le haya hablado prácticamente, parece conocerme demasiado.

- Yo no soy nadie, no creas nada, todo está en tu interior. Cree y confía, tranquila. No le des tus esperanzas a la primera sonrisa de medio pelo que se te cruce.

Intercambiamos teléfonos antes de empezar a ver el azul de mi infancia. Y me dispongo a ver mi otro horizonte, al que miro con recelo por lo que representa, no por lo que realmente es. Y le pido a Mikel que ahora no hablemos, necesito disfrutar del sonido de mis pensamientos.

Comienzo a ver edificios que quiero reconocer desde aquí arriba. Hasta que veo esas cuatro puñaladas que le han dado a tu cielo.

Visto y no visto vamos saliendo y me promete una llamada y más sonrisas. Déjate llevar, me dice. Sin dudarlo un instante, le digo que hace mucho tiempo el destino decidió ponerme por delante un regalo en forma de palabras. Desde entonces incluso mucho antes, lo pongo en práctica. No le doy alas a la primera sonrisa de medio pelo que se me presenta.

Sin dejar de mirarme a los ojos, me besa y me voy con mi maleta.

0 comentarios