Blogia
El Principio

Un lobo sin lágrimas

Un lobo sin lágrimas

Desde el coche veía inclinarse al sol ante el blanco de la luna. A golpe de neumático amenazaba al bosque en lo frondoso de su fragancia.

Las nubes, vistiéndose de gris para su luna, jugaban a hacer formas para confundir al soñador de pie de árbol. La noche cayendo como un filo de cintura de mujer y mirando traviesa los juegos de sus niñas. Percepciones breves anunciando su invariable abismo.

Un frenazo rompe la calma de este bosque. Desciende para intentar descifrar lo que el cielo le está narrando. Oye movimiento entre las hojas y se acerca para ver a los duendes y preguntarles por los druidas de la medianoche. El lobo de opacos ojos azules sale a su paso y atrevido se acerca.

-
Dime lobo, desvélame tú el secreto, ábreme la puerta de esta noche a medias.

-
El precio serán tus ojos.

Sin previo aviso el lobo de ojos azules saltó y de un zarpazo le dejó sin sus ellos para ponérselos él.

El lobo comenzó a mirar. Descubrir ese mundo humano tan codiciado con aquellos ojos, le trajo recuerdos y ganas de llorar, no pudo.

-
Por una curiosidad has decidido llevarte mi luz. ¿También quieres mis lágrimas?, dijo el ciego. 

0 comentarios