Confianza e integridad

Sí, ya está. Mi confianza y su integridad son importantes en este juego. El futuro dependen de estos dos valores. Ya no quedan más cartas por enseñar.

Ahora veré si los amigos que quedan de aquella parte, quieren seguir ahí. Resulta una nueva criba interesante de mirar y también sabes que ahora pocas cosas me pueden hacer más daño. Todo se puede malinterpretar. Quien quiera tener mi opinión, la tendrá. Pero estamos abocados a ser juzgados aunque no juzguemos.

Ayer estuve con un amigo que tiene una vida muy complicada. Curiosamente no lo lleva mal. Lo acepta como le viene, aunque tiende a compadecerse sin intentar poner soluciones. Es cierto, la vida te depara sorpresas, pero algunas que vemos venir deberíamos estar más preparados para digerirlas. El efecto sorpresa no es tal, nos engañamos por no ser valientes.

Ése conocido tuyo y amigo mío, que tenemos en común, va a ser padre de una niña. Siempre quiso tener una hija y me alegro de corazón. Recuerdo aquellas conversaciones que teníamos, hace ya más de 22 años.

Tú sabes C. que te quiero y te deseo lo mejor. Siempre has estado ahí, aunque ha habido momentos en los que no he sabido valorarlo. Eres mi amigo, mi hermano, mi confesor.