Confusión, otra vez
Me alegro, me reconforta. Cada reacción necesita un tiempo, no te preocupes. Causa, efecto y reacción.
Si te das cuenta, somos duros y rápidos. Será que nos rehacemos pronto? O es que... Joder con el miedo.
Estoy confusa, llevo así varios días, pero es una confusión de colores. Tus preocupaciones, mis ideas, más de una sorpresa, días exprimidos, corazones de par en par, mentes que vuelan, confidencias, huidas, el futuro incierto, silencios... La confusión me deja una sensación que no me gusta, porque no conozco el motivo de ella.
Todo está tranquilo, soy yo la que no para. Y sí, sigo creyendo. Volvemos una vez más a mi escasa paciencia. De repente subo y me mantengo unos días, hasta que he de caer por mi propio peso. Y no me encuentro mal, no hace daño, es sólo una nueva sorpresa. No se puede buscar mentalmente porque desilusiona con la misma rapidez con la que el globo se infló en su momento, silenciosamente indoloro.
Ayer hice una visita a la Barcelona romana. Pasamos por calles que no había entrado nunca, vimos restos arqueológicos en los que ni me había fijado. Una manera diferente de ver un museo, de disfrutar y aprender de un pedazo de historia de la ciudad donde vivo.
Estoy muy contenta de poder ir conociendo más a las personas que me rodean y de las que empiezo a recibir buenas vibraciones, camaradería.
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Susanna -