Sol de inverno
El sol de invierno, el que más se agradece. Ese que hoy me calienta la cara, el cuerpo y el alma. Cómo lo necesito!
Ya pasó el peligro, los dioses nos han escuchado. No hay nada como una buena amenaza y que las peticiones sean justas. Gracias por hablar con ellos y gracias por recogerme. Últimamente me caigo bastante, serán los baches mentales.
La tarde fue de emociones contenidas, silencios autoimpuestos y una mentira. Hay cosas con las que me rebelo y otras que no entiendo. Me encontré con sonrisas... unas sinceras, otras no tanto. Cómo nos engaña la vida!. Pero antes de contártelo tengo que contrastar mis impresiones, puedo equivocarme. Por ahora ya no veo complicidad, sólo miradas hacia otro lado y despreciables vacíos.
Demasiadas cosas para explicar para tus breves espacios de tiempo. Y no te estoy pidiendo más, ya me das demasiado.
Las relaciones han de ser sinceras, lo que se piensa se suelta, sin más. Puedes darle forma, te puede pesar, pero es absolutamente necesaria la claridad.
Sí, me abrieron los ojos. Aunque soy tozuda, me mantengo en mis trece, qué te voy a contar que no sepas! Me hicieron mirar más allá de dos, más allá de la complicidad compartida. Al fin y a cabo esto es un pueblo y se deben respetar las normas. A mí el qué dirán me la trae bastante floja, quien quiera conocerme sólo tiene que querer. Pero hay que darse cuenta, la vida no gira en torno a mí, hay más gente, hay más personas. Todos tenemos nuestros defectos, nuestras virtudes y necesitamos cancha... ni piedras, ni juicios de valor. Y por encima de todo, nuestras vidas, sólo nosotros podemos tirarlas para adelante, nadie nos será nunca tan fiel como nosotros mismos. Y por ello, hay que apostar... para ganar, siempre!
Ya queda menos, no te impacientes.
1 comentario
Susanna -
Mai no és tard per constatar-ho, un cop més.