Doble o nada
Situación que nos lleva a esta mesa, tránsito complejo dentro de una inocente simplicidad.
Tus soberbias cartas las manejas detrás de tu mirada... te sabes con buena mano. Consigues ganar para llegar a un desafío: doble o nada.
Juguemos.
Entablamos la partida recelando y con vistazos rápidos hacia nuestro más allá.
Desde mi rutilante juicio, tejo mi baza... con cautela. Cartas por descubrir y un relajante baño en reflejos de contemplación mutua... queremos saber más.
Nuestro verde tapete se viste de piano con tus dedos tamborileando mientras paladeas la desconfianza. Esa misma que me llevará a un fin escrito en la sinergia de mis dedos, la que nos envolverá en esta partida de final asegurado.
Veo en tu iris el centelleo de los naipes... nos volveremos a medir en la mesa.
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