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El Principio

Hablándole al espejo

Hablándole al espejo

¿Dónde estoy? ¿Cómo he llegado hasta este punto? ¿Cómo puede ser que tenga miedo de contarte lo que siento?

Me temo que los sentimientos hacia ti han cambiado, la pérdida sigue y la confusión se instauró entre las dos.

En aquella tarde se decidió la concesión de un solo deseo, uno sólo. Desearíamos saber la una de la otra lo que se está tramando a través de la misma mente. Ahora sólo queda conocer el medio.

- ¿Piensas en mí?

- Cada vez que te veo, mi corazón late lentamente y se va acelerando, al mismo tiempo.

- Eres incomprensible.

Es cierto, trato de de ocultártelo todo. Cada vez que caminamos juntas, recibo una patada en el estómago. Finjo que no siento nada hacia ti, pero es difícil convencerse a una misma. Entonces es cuando desisto.

Estoy aquí, ahora, aferrándote a mi imagen, en mi mano. No quiero que la veas, porque ya no conozco a la persona que solía ser. No la recuerdo. No recuerdo tanto pensamiento acumulado, tanta frase maltrecha, tanto colorido sin salida.

Dime qué cosas van a cambiar para que yo sepa a ciencia cierta que esta pesadilla acabará. Estoy sentada sobre la cama en la mañana oscura.

Me gustaría que estuvieras aquí, junto a mí. Me gustaría que estuvieras aquí, para dormir conmigo ignorando el mundo que nos rodea.

Me gustaría que estuvieras aquí y no éste clon de alguien a quien apenas conozco.

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