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El Principio

Cuerdas

Me ha recordado a Conchita, una profesora de EGB. Siempre con su carmín rojo en los dientes que mostraba orgullosa. Decía que ahora podía lucirlo ni que fuera de aquella forma fea. Ahora podía comprar aquel color de labios con el que tanto había soñado tiempo atrás.

Nos pasábamos las clases de historia en viaje y de viaje en aventura. Casi todas inventadas, las alumnas lo comentábamos en el patio.

Recuerdo su sonrisa, su paciencia, su cariño y el respeto con el que hablábamos de ella, aunque sabíamos que estaba algo volada.

Ella me enseñó a escribir en aquellas cartillas Rubio. Con ella logré cambiar del lápiz al bolígrafo, una de las hazañas más buscadas en aquel año. 

Anoche pensé en ella, si seguirá repartiendo cariño, debe ser muy mayor. De todo esto hace más de 30 años. Y hoy veo, por casualidad, este corto no apto para momentos sensibles.

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