Paradas

Otra parada en el camino. He estado bien, lo peor viene después, cuando marcha. Es ése vacío el que me deja destrozada.

Yo también me pregunto cómo le puedo querer aún. Mi corazón va en dirección opuesta a mi cabeza. Recuerdo perfectamente todo lo que hemos hablado y lo que he dicho lo mantengo. Pero es algo incontrolable… por ahora. Es la soledad lo que me está matando, aunque cada día doy un paso más.

He huido de casa en el momento en que se ha ido, necesitaba compañía y la he encontrado. Lo que tengo que hacer es manejar esto sola, pero hoy no podía. He roto mi promesa y he llorado. Sigo enfadada conmigo misma. Algún día estaré más fuerte.

A partir de mañana debo cambiar la expresión, ella no puede preocuparse más de lo que ya está. Ellos fueron y son los que nunca me han fallado, estarán siempre conmigo.

Hoy hubiera sido el cumpleaños de mi padre. Al menos no ha tenido que vivirlo. Es mejor así. Gracias a ellos soy así y nunca podré devolverles todo lo que me han dado. Todos los días hablo con él para tranquilizarle, contarle mis cosas y si puede que eche una mano a mi madre. Le echo de menos y me duele pensar que nunca le dije que le quería.