Trozos de vida

La soledad recorre mis calles, camina deprisa sobre los adoquines y gira sigilosa las esquinas... yo intento que no me alcance, pero es inútil.

Me levanto cada mañana y no me hallo a mí, sino a alguien que se pone mi cuerpo para gastar las horas del día, devolviéndome mis restos materiales al anochecer, mientras me pregunta quien soy yo...

A veces entran en nuestras vidas personas que consiguen llenar de aire fresco los rincones en los que ya solamente habitaban las telas de araña...

Mis escritos a veces se llenan de tristeza, preocupaciones, soledades... y me preguntas si me encuentro mal... y no, no me encuentro mal, pero quizá la escritura fluye más libremente cuando me encuentro en esos momentos de tristeza, preocupaciones y soledad, como todo el mundo, supongo... pero no me tengo por una persona así... más bien todo lo contrario... pero como leí en algún lugar, el arte (en este caso mi escritura) nace de las frustraciones, de no poder tener en un momento algo que deseamos y, esa necesidad, nos llena las manos de tinta, pintura o barro. Te aseguro que si mi vida fuese plena, no pasaría tanto por aquí... así que si algunos días no paso, será simplemente porque no lo necesito... porque estoy bien...

De todas formas hoy me puse a escribir porque estoy tranquila... pues he dado un paso más hacia mis sueños... hoy levo anclas, en cierto modo...