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El Principio

Otra visión

Otra visión

La noche está fría, mucho más que de costumbre, al frío le acompaña el aire de ausencia que se respira en la taberna Irlandesa.

Observo los rostros de la gente, es curioso lo que se ve al observar, los rostros de las personas que ya somos conocidos, están sonrientes, deslumbrantes, los rostros de las personas que recién aterrizan en este antro, se las ve con cara de perdidos, pero con ansias de conocer.

Que tendrá este lugar que todos deseamos conocer, al que todos cada jueves deseamos ir, y que si algún jueves no podemos acudir, echamos de menos ese rato de risas, de abrazos, de besos (nunca había sido tan besada y achuchada en mi vida). Se establece un vínculo sorprendente con la gente, quizás porque todos estamos en la misma situación, y estamos contentos felices, de dejar atrás la soledad, de saber que en cualquier momento marcamos un número de teléfono y no estamos solos, que hay gente para tomar una copa, para ir al cine, gente con la que te gusta compartir fiesta, otra gente que te gusta y sientes una afinidad especial con la cual es genial compartir una buena tertulia, entrar en el interior de las personas, conocerlas poco a poco.

Hemos descubierto un nuevo mundo y lo saboreamos, lo disfrutamos, ayer sin ir más lejos nos faltaba la gente que forma parte del grupo digamos más afín a mi o a M@r
, sin embargo había savia nueva, que daba un aire de frescor, si bien la cena fue distinta de otras noches, distinta la conversación, distintas las bromas, pero a su vez tuvo diversión y risas.

Comparto con M@r
que Josep estaba inspirado, que nos reímos con él y con su carácter campechano.

Salimos a la fría noche de nuevo, pero ahora es distinta, hay calidez en nuestro interior, nuestra sonrisa en el rostro.

Regreso conduciendo el coche, en mi mente un remolino de pensamientos, en mi interior una serenidad inmensa, en mi corazón una gran felicidad y de repente me doy cuenta que soy tan afortunada, que necesito expresar algo en voz alta, aunque esté sola, aunque nadie pueda escucharme, y me escucho a mi misma diciendo con una amplia sonrisa, GRACIAS, GRACIAS A TODOS por hacerme sentir así de afortunada.

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