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El Principio

Reflexiones

Reflexiones

Últimamente no he tenido inclinación natural hacia la melancolía, aunque me fascina y me da alegría de vivir. La oscuridad no es la ausencia de claridad, es la sublimación de la misma. Es un estadío superior mucho más complejo. Por eso la cultivo, deleitándome de vez en cuando. Aunque el negro me gusta, prefiero colores más tenues y menos extremos. Los dedos se me disparan hacia todos los lados del teclado. La mente bulle y los oídos necesitan alegrías.

Cuanto más me conozco, más dudas tengo. No sé a dónde voy, pero sé a dónde no quiero ir. Si no me alejo de la costa, siempre estaré a tiempo de volver a la orilla. Seguiré la luz y así nunca me perderé.

Todo se repite, incluso las repeticiones. Nos han colocado una moviola a cada uno, a manera de mochila, para que sepamos arrepentirnos de nuestros pecadillos artificiales. La belleza es a lo máximo que podemos aspirar los mortales que aún conservamos la facultad de discernir la mediocridad de la suficiencia. Pasarán miles de días, y volveremos a correr libres por los campos de trigo a punto de recolectar. Nuestras manos acariciarán las espigas doradas, mientras deseamos que el final nunca llegue. Un año sin apenas fisuras llegó a su fin. Intenté exorcizar mis demonios a golpe de sinceridad bien resuelta.

Sé que hoy no me entiendes demasiado. No hay de qué preocuparse, todos los sentidos están en alerta, a la expectativa. Como mi estado general… combativo.

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