Blogia
El Principio

Obstáculos

Obstáculos

Paseando de las manos de mis padres un domingo cualquiera, me topé con una tienda que tenía una cancela de barrotes. En la puerta había colgado un muñeco que llamó poderosamente mi atención y la reja me impedía verlo mejor. Pequeña pero resolutiva, decidí meter la cabeza en aquel enjambre de hierros para poder ver a mi nuevo acompañante de juegos. Había decidido que era para mí.

Desde mis escasos 3 años, creía tenerlo todo controlado. Meter la cabeza fue fácil, la complicación se presentó después. Había pasado por alto ese pequeño detalle. Después de muchos nervios, bomberos y tirones, salí triunfantemente llorosa. "Queco mío" fue lo único que dije. Era tan inconscientemente combativa como ahora.

Han pasado 37 años desde aquella primera actuación estelar y vinieron muchas más. Él me las contaba con un orgullo velado que nunca verbalizó y me transmitía en su mirada. Soy como tú, tranquilo.

La impulsividad azucarada con algo de inconsciencia me guiará hacia los objetivos que surjan. Mientras tanto seguiré combatiendo con todas las nuevas armas que le robe a la vida.

0 comentarios