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El Principio

Va por ti, Emilio

Es la hora del recreo y te están esperando. Se agolpan en la puerta de la guardería y sacan sus manitas para saludarte. Todos quieren estar en primera fila, quieren disfrutar de tu alegría.

Y aquí llegas, en la parte trasera del camión, con tu uniforme verde.  El barrendero del barrio aunque para ellos eres Emilio.

Les preguntas qué tal están y los niños te devuelven un atronador bieeeeeeen. Cantas unos segundos de la canción de Bob Esponja y ellos te contestan, felices.

En pocos días te has asustado tanto que creías que perderías tu trabajo. Has sido el más buscado hasta que tu empresa te aseguró que todo estaba bien, tranquilo.

Durante los tres años que llevas repartiendo alegría a la puerta de esa guardería, no has pensado que estuvieras haciendo nada malo, ese rato de felicidad para ellos eran tus pilas para el día de trabajo. Hasta que algún padre te grabó y subió a la red el vídeo y se propagó con mucha rapidez.

Gracias Emilio, personas como tú me hacen seguir creyendo en el ser humano.

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