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El Principio

Al calor de la chimenea

Al calor de la chimenea

Me gusta el mar en invierno, pasear descalza donde las olas pierden su furia.

La jarana de los niños en el parque mientras juegan. Cruzarme con unos ojos desconocidos que me miran misteriosos y unos labios sonriendo.

Los días de lluvia mientras me quedo en el sofá mirando como cae. Perderme en las palabras de un libro que me aprisiona, y soñar, soñar y soñar.

Las cajitas pequeñas y las grandes, los baúles para guardar mis tesoros de todos los colores y medidas, me gusta combinarlos.

Me gusta escuchar al silencio, mirar el cielo y pensar, recordar, delirar...

Encontrar la quietud de la noche para escribir con los ojos cerrados y abrirlos entre parpadeos de sentidos.

Sentir mis dedos rozando mi piel y erizarme con las cosquillas que me provocan. Bañarme en un rayo de sol y ahogarme en el aliento del aire puro de la montaña. Embelesarme mirando como cae el agua, como va y viene, como tiembla...

Las libretas pequeñas donde poder escribir mis secretos. La fruta de colores vivos, las flores secas y la cerveza teñida de gaseosa.

Me gustan los abrazos tiernos y los besos dulces, las miradas cómplices de ojos almendrados.

Esperar una llamada mientras escucho aquella canción. Levantar los dedos y comenzar a tocar la melodía y después, volver a escuchar al silencio e inspirar profundamente,  mientras sonrío.

Me gusta sentarme al lado de la chimenea y sentir el calor de los que quiero, aderezado con el crepitar del fuego mientras baila muy despacio con la leña.

Pensar que en algún lugar hay alguien esperando una señal, un indicio de que  las nuevas estaciones le llevarán hacia el nombre que haga juego con el suyo. Y que en algún momento pensará que ya está bien de esperar.

Imaginar el sitio donde estás escuchando la misma canción... Me gusta pensar en el momento que la bailaré contigo...

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